El Centro Municipal de Información a la Mujer (CIM) atendió durante 2014, 60 casos nuevos de violencia machista y ha realizado 163 intervenciones en esta materia, según se desprende de los datos recopilados por el centro, adscrito al departamento de Asuntos Sociales. De ellos, un 70% ha denunciado, un 65% ha obtenido un juicio rápido y un 85% una orden de alejamiento.
El volumen de la demanda ha subido ligeramente frente al año anterior en lo que se refiere al número de casos nuevos ingresados en el servicio, 102 casos en 2014 frente a los 90 en 2013. Además, se constata que baja la media de edad en cuanto a los casos de malos tratos. Mientras que en años anteriores las víctimas de violencia se situaban en su mayoría en una franja de edad entre 32-35 años, el último año sitúa el grueso de la demanda en la horquilla de los 22-30 años. Así mismo, como en los últimos años, se observa que el tiempo de sufrimiento de la situación maltratante ha bajado de la media, denuncian antes que hace cinco años. A esto se une que la red de detección del maltrato es mucho más competente.
El coordinador del centro, José Gómez Macías indica que a este fenómeno han contribuido la mejora de las coberturas legales (juicios rápidos, órdenes de protección), la unidad de seguimiento, la accesibilidad y atención de la Guardia Civil y Policía Local y servicios sanitarios. De éste último se derivan la mayoría de los casos y alguna vez incluso de los centros escolares porque los niños realizan algún comentario en clase sobre su entorno familiar, así como de las campañas de coeducación. Los Servicios Sociales también derivan casos y finalmente, existe otra fuente de procedencia que tiene que ver con las personas ya atendidas que incorporan a otros familiares o amigas.
El Centro de Información a la Mujer se afianza como un servicio. "No hacemos listas de espera, atendemos en el mismo día un caso de violencia de género porque conviene atender la demanda lo más próximo a cuando surge el planteamiento de la víctima", señala José Gómez, quien destaca que en la mayoría de los casos la situación en la que se hace las demandas es precaria y es una decisión que se toma tras pasar por muchas vicisitudes.
Otro apunte del CIM es que los procesos de recuperación son en líneas generales de mejor pronóstico ya que las víctimas al ser más jóvenes han sufrido menos tiempo y sus patologías son más recuperables, por lo que tienen más facilidad para la incorporación laboral.
"La situación de inestabilidad laboral eleva el estrés en la convivencia y se convierte en la antesala de los conflictos. La mala situación económica victimiza más a las mujeres y a los niños que viven en esos hogares", añade Gómez Macías.
Cuando una mujer acude al centro, recibe la primera atención por parte de la informadora del CIM, que después la deriva a los servicios jurídicos. Si además percibe que se da una circunstancia emocional de necesidad psicológica, la deriva al psicólogo, que es el propio Macías. A la mayoría de las usuarias se las deriva también a un técnico de Empleo, ya que el 80% están en paro.
Por otra parte, desde el CIM se realizan durante el año trabajos de prevención; con asociaciones de mujeres; centros educativos (coeducación); ofertas de talleres para grupos de mujeres que abordan problemas de relación, habilidades sociales, introspección y desarrollo personal.
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